En la mayoría de los países, los poderes policiales han sido concebidos para proteger las libertades y los derechos fundamentales de la sociedad, pero la delegación de algunos de esos mismos poderes presenta simultáneamente la posibilidad de que sean objeto de graves abusos.
Es posible hacer que los agentes de policía rindan cuentas de muchas maneras diferentes; deben ser responsables de su desempeño y productividad, y lo que es más importante, deben rendir cuentas de la forma en que ejercen los poderes que se les han confiado.
En el documento se aborda el grado en que se supervisa la conducta de la policía y los mecanismos usados para ello, junto con las formas en que pueden detectarse la falta de integridad, la deshonestidad y la corrupción.
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
Control Policial en las Democracias 